No cabe duda, es un buen momento para la marca personal. No solo porque el universo digital ya forma parte de nuestro día a día sino porque también es un fantástico momento para emprender o, por qué no, de no emprender pero de tener un reflejo digital óptimo de lo que es nuestra trayectoria, aptitudes, aspiraciones, etc. Y que, por supuesto, se convierta en una hoja de ruta para aquellos que quieren trabajar, colaborar o simplemente saber algo de nosotros.

Pero, para aquellos que siempre intentamos ir un paso por delante o, por qué no decirlo; nos cansamos de ver siempre el mismo contenido, las mismas ideas o simplemente vivimos un poco abrumados por el ruido de la era del marketing digital:

¿Cómo crear un branding personal de calidad?

Lo primero de todo, cabe decir que, si estás pensando en emprender crear “una marca personal” no tiene por qué ser siempre la fórmula correcta. Y digo “no tiene por qué” porque en realidad no hay un fórmula equivocada, yo misma empecé con mi nombre personal pero, por distintas circunstancias era más apropiado para mi un territorio de marca y, por ende, un ecosistema con más perfiles, simplemente porque mi negocio entrañaba muchas habilidades, y en muchos casos no era lo ideal que fuesen desarrollados por una sola persona.

Con esto quiero decir, que también depende de la naturaleza de aquella meta que queremos desarrollar, crear, definir, porque muchas veces nuestra idea va tomando forma en el proceso. 

Pero también tengo el placer de conocer a mucha gente que se basta y se sobra para crear todo un movimiento solamente con su carisma, un mensaje claro y un branding personal impecable.

Pero, pongámonos en situación.

¿Qué debe tener? Y sobre todo, ¿Qué no debe tener?

Rehúye de repetir 

Si habitas la red habrás visto ejemplos de todo tipo, inspirarse siempre está bien pero el mejor consejo que se le puede dar a un emprendedor es que encuentre su estilo, su ecuación visual, su código

Las fotos de personas señalando y caras sorprendidas pueden convertir, pero no siempre muestran una actitud del todo profesional o elegante. Una selección de colores un poco más llamativa puede que te den un resultado similar.

Mi consejo: tu imagen es un lenguaje vivo y cambiante, no siempre debes seguir las “líneas” a las que nos han acostumbrado las nuevas tendencias. 

¡Crea algo diferente!

Busca tu propia voz

Atrévete a compartir tus impresiones, rehúye de los trucos de otros o coméntalos desde tu perspectiva, cambia el tono, sé cercano, sé libre.

Un estilo sobrio

No intentes crear una imagen corporativa, déjate espacio. Escoge un logo minimal, con tu nombre y uno secundario con tus iniciales para utilizarlo en diferentes contextos. 

En segundo lugar, define tu mensaje, tu objetivo y conviértelo en tu manifiesto. Evita llenar una home de párrafos para clarificar tu mensaje, optimiza y dale rienda suelta al contenido en el blog.

Opta por la fotografía profesional

Si te gusta el diseño esto es ineludible, las fotos caseras normalmente dan una imagen muy improvisada, a menudo poco armoniosa, sobre todo cuando no se cuenta con el equipo adecuado. En sectores donde necesitamos dar una imagen es, en mi opinión, una de las primeras inversiones que debemos hacer.

Compromiso con el contenido y estrategia

Es fundamental ser consciente de esto, en el momento en que creamos una página debemos darle vida, y esto significa crear regularmente contenido, ampliarlo, enriquecerlo, mejorarlo. Y, sobre todo, darle una regularidad a nuestro blog o apartado de noticias. Esta será nuestra forma más natural de posicionarnos por encima de nuestros competidores (siguiendo los puntos anteriores).

¿Empezamos?

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