Desde IF Concept queremos darte una pequeña guía para que puedas escribir el contenido onpage de tu proyecto de forma optimizada, sencilla y que funcione.
Seamos realistas, escribir un copy no siempre es fácil. Por una parte sabes tus palabras clave y quieres introducirlas, posiblemente hayas hecho un esquema con temas relacionados y sabes que puedes escribir un texto comercial pero no quieres caer en un contenido extenso y vacío, posiblemente porque también quieres dotar de espíritu a tu marca, transmitir algo inspirador y que, sobre todo, sea distinto.
Bienvenido a la fiesta.
En nuestro pequeño estudio siempre hemos ido un poco en busca del equilibrio. Por una parte, tenemos un diseño que creamos con mucho detalle para cada uno de nuestros clientes, pero a la hora de escribir el texto o contenido de la página nunca queremos cruzar ciertas líneas cómo sobreoptimizarlo, de forma que se pierda nuestro mensaje.
Si estás escribiendo el copy de tu página y quieres tener algunas pautas de cómo hacerlo este artículo es para ti.
Para escribir un copy efectivo tenemos que averiguar cual sería nuestro público. Por eso imaginamos a nuestro cliente ideal (ICA) le daremos un nombre, una localización y trataremos de imaginar sus hobbies, gustos, ocupaciones y objetivos a largo plazo. ¿Qué limitaciones tienen hasta llegar a ellos? ¿Cómo puedes ayudarle a sortearlas?
Muchos emprendedores caen en este error, es muy posible que nuestro lector no esté interesado en “nosotros” propiamente sino en lo que podemos ofrecerle. Así como hablar de nosotros mismos como persona individual o empresa puede sumar una dimensión humana que es positiva, evita caer en el “yo” y cede su espacio al lector como invitado de honor. Seguramente él o ella no esté tan interesado en nosotros sino en lo que podemos ofrecerle para mejorar.
Supongamos que la persona que está leyendo está haciendo una lectura rápida, cosa que seguramente sea cierta. Evita sobre explicarte, caer en demasiados adjetivos, mantente en las ideas simples y evita todo lo no sea esencial. Por supuesto, elige bien las ideas y las palabras para que tengan su significado y su estilo.
Un buen copywriting siempre inspirará a nuestro usuario hacia una acción que debemos definir ¿Queremos que se suscriba a nuestra newsletter, que compre uno de nuestros productos? Intenta ser sutil, es preferible invitarlo a decir directamente “Compra uno de mis productos”.
Ahora que ya tienes establecido tu ICA (ideal client avatar) podremos imaginar con mayor sencillez que tipo de productos o servicios podría buscar o necesitar esta persona. Seguidamente tendrás que realizar una pequeña selección y desarrollar un contenido que circunde alrededor de ellas.
Herramientas como Ahrefs nos permiten ver los índices de búsqueda de estas palabras clave y además, descubrir algunas otras búsquedas relacionadas que realiza tu público objetivo.
Ya tenemos en mente cómo utilizar nuestras palabras clave en el texto pero ¡No olvides las imágenes! Si nuestro negocio tiene una imagen atractiva no debemos perder la oportunidad de introducirlas en el nombre de la imagen y utilizando etiquetas.
Que nuestra página sea atractiva para los motores de búsqueda depende de varios factores (velocidad, meta descripciones, legibilidad, etc). Páginas como https://website.grader.com/ nos permiten hacer de forma gratuita (una parte) una pequeña revisión de nuestro sitio web y cómo podemos mejorarlo.
La razón por la que muchísimas páginas tienen blogs es porque Google quiere que actualices tu página con nuevo contenido, es por ello que publicar periódicamente un artículo en tu blog te ayudará a hacerte visible y es una muy buena forma de mantener actualizada a tu comunidad.
La extensión del copy de tu página siempre dependerá de factores como su tamaño o los temas que quieras abarcar, aún así asumir que nuestro lector no quiere leer más de lo necesario, por ello entre 100 a 200 palabras por URL puede ser una buena cantidad.
En cuanto al mensaje, céntrate en aquello que quieres transmitir y crea un texto que realmente tenga significado para ti y elimina lo no esencial. Muchas veces definiendo nuestro contenido onpage también definimos nuestra marca y nuestra imagen.
Crear una página web para nuestro negocio o proyecto siempre significa bucear un poco en el proceso, y por supuesto, formarnos un poco en todo lo que implica su diseño y las decisiones que podamos tomar respecto al mismo.
Por eso es tan importante tener una conversación con nuestro diseñador, y que éste nos cuente cuáles son las mejores opciones para llevar nuestro proyecto con el diseño que tenemos en mente e incluso mejorarlo.
Una de las primeras decisiones que hay que tomar es el tipo de plataforma o CMS, quizás no te suenen los términos pero si WordPress, Squarespace, Shopify, etc. Según los objetivos de nuestra página y el tipo de performance que queramos que realice puede que alguna de ellas sea más interesante para nosotros.
Una vez hayamos elegido y pensemos en cómo diseñar, en su estilo final nos vendrán infinidad de preguntas a la mente y sobre todo una:
Hablar de una página a medida es hablar de una página cuyo diseño es único, realizado exclusivamente para el cliente.
Esto significa que podemos crear una web mucho más libre, creativa y también premium. Se puede rehuir de las líneas base de otras páginas y así destacar por encima de nuestros competidores
Es ideal para profesionales y artistas que trabajan en base a la creatividad, por lo que necesitarán un sitio web que sea, por ende, distinto e independiente.
Pros: Exclusividad, performance, libertad para el diseño.
Contras: Requiere más tiempo (2-3 meses) y más inversión (según tamaño del sitio).
Este tipo de diseño parte desde una plantilla prefabricada que servirá para que tu diseñador tenga un punto de partida.
A día de hoy existen multitud de plantillas con una ejecución premium y con diseños muy versátiles, incluso de vanguardia. En IF Concept siempre medimos muy bien la elección de las mismas para que el resultado sea también, como en el caso de arriba, prácticamente único y se ajuste a nuestra visión.
Es una solución ideal si tu página no requiere de un diseño único por el momento y lo importante para ti es que tenga estilo y cumpla tus objetivos.
Pros: Rapidez (1-2 meses), más económica (según tamaño).
Contras: No es una página única, limita el diseño.
¿Tienes dudas sobre cuál se adapta mejor a tu proyecto? en realidad es algo natural en las primeras fases de nuestro proceso ¿Quieres que hablemos de tu página?
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Emprender o comenzar un nuevo proyecto es algo apasionante y también un motivo de celebración, pero también puede ser un proceso complicado y a veces difuso ¿Qué es lo que tengo que saber para comenzar con buen pie?
Vayamos por partes. Si tu intención fuese contratar un diseñador o agencia él o ella te diría ¿Qué quieres transmitir? ¿Qué necesitas? Pero es muy posible que, si nuestro proyecto es muy reciente, ni siquiera sepamos cómo responder bien a estas preguntas. Es más, muchas veces te preguntarás si realmente estás invirtiendo prematuramente por no tenerlo “tan claro”.
*Creo que es importante aceptar “el no lo sé” como algo natural. Lo importante es comenzar a establecer el espectro de ideas que tendrá nuestra marca/negocio para comenzar a eliminar lo no esencial para llegar a conceptos más sencillos y exactos.
Entonces, ¿Qué tengo que saber si estoy apunto de arrancar mi negocio?
Para que nuestro público entienda nuestra marca tenemos que entenderla nosotros primero. Esto implica que nos tomemos nuestro tiempo para conocerla, explorar la idea, profundizar en ella y hacerla cohesiva y transparente:
Si podemos responder a estas preguntas ya tenemos una gran parte para crear una marca intencional y alineada con nuestros objetivos.
Si alguna vez has tenido un logo para algún proyecto anterior habrás podido comprobar que no siempre se adapta bien a todas las situaciones o formatos. Por ejemplo, en tu página puede quedar perfecto pero puede que necesites algo más simple
para tu favicon, tarjetas de visita, newsletters, etc.
¿Te suena? Seguramente sí 🙂
Si quieres que tu imagen tenga un mensaje mucho más estético y conecte mejor lo mejor es tener al menos dos logos. Uno primario y otro secundario.
Es el nombre de tu marca, y será siempre tu distintivo. Será el que utilices en tu página, newsletter y emplazamientos más oficiales y específicos.
Puede ser un monograma, una pequeña ilustración. Casi siempre algo más sencillo y minimalista, muchas veces extraído de nuestro logo principal. Lo utilizaremos como favicon y en espacios donde necesariamente queramos incluir nuestra marca de una forma más sutil, como en sellos, tarjetas, pegatinas, etc.
Este elemento no siempre es imprescindible, pero le da musicalidad, por decirlo de alguna forma. Puede ser una frase, un lema, un leitmotiv. Y muchas veces sirve para clarificar lo que hacemos si nuestro logo no lo define del todo, y sobre todo, es muy usable en muchos contextos.
Deberán haber 3 esenciales, seguramente más neutros y definirán tu carácter. Por ejemplo, uno principal para el de tu logo, otro de fondo, un tercero para botones, etc.
Cuando nuestra imagen está algo más evolucionada podemos incorporar más combinaciones que nos permitan hacer más memorables, servicios, campañas, etc.
Muchas veces algunas marcas que juegan con una perspectiva vintage, por ejemplo, incorporan muchas combinaciones sin que ello suponga un exceso, incluso puede ser algo temporal. Todo dependerá de lo que queramos transmitir a nuestro público.
Al igual que ocurre con los colores corporativos nuestras tipografías son un gran generador de atención y pueden moldear totalmente el carácter de la marca.
Normalmente podemos elegir de 3 a 4, que pueden incluirse en nuestro logo o no.
Estableceremos una fuente para títulos, subtítulos y cuerpo de texto. Y las utilizaremos cohesivamente tanto en nuestra página como en diseño colateral, impresión efímera y demás canales como redes sociales.
Crear un código tipográfico es fundamental para transmitir profesionalidad.
No cabe duda, es un buen momento para la marca personal. No solo porque el universo digital ya forma parte de nuestro día a día sino porque también es un fantástico momento para emprender o, por qué no, de no emprender pero de tener un reflejo digital óptimo de lo que es nuestra trayectoria, aptitudes, aspiraciones, etc. Y que, por supuesto, se convierta en una hoja de ruta para aquellos que quieren trabajar, colaborar o simplemente saber algo de nosotros.
Pero, para aquellos que siempre intentamos ir un paso por delante o, por qué no decirlo; nos cansamos de ver siempre el mismo contenido, las mismas ideas o simplemente vivimos un poco abrumados por el ruido de la era del marketing digital:
Lo primero de todo, cabe decir que, si estás pensando en emprender crear “una marca personal” no tiene por qué ser siempre la fórmula correcta. Y digo “no tiene por qué” porque en realidad no hay un fórmula equivocada, yo misma empecé con mi nombre personal pero, por distintas circunstancias era más apropiado para mi un territorio de marca y, por ende, un ecosistema con más perfiles, simplemente porque mi negocio entrañaba muchas habilidades, y en muchos casos no era lo ideal que fuesen desarrollados por una sola persona.
Con esto quiero decir, que también depende de la naturaleza de aquella meta que queremos desarrollar, crear, definir, porque muchas veces nuestra idea va tomando forma en el proceso.
Pero también tengo el placer de conocer a mucha gente que se basta y se sobra para crear todo un movimiento solamente con su carisma, un mensaje claro y un branding personal impecable.
Pero, pongámonos en situación.
Si habitas la red habrás visto ejemplos de todo tipo, inspirarse siempre está bien pero el mejor consejo que se le puede dar a un emprendedor es que encuentre su estilo, su ecuación visual, su código.
Las fotos de personas señalando y caras sorprendidas pueden convertir, pero no siempre muestran una actitud del todo profesional o elegante. Una selección de colores un poco más llamativa puede que te den un resultado similar.
Mi consejo: tu imagen es un lenguaje vivo y cambiante, no siempre debes seguir las “líneas” a las que nos han acostumbrado las nuevas tendencias.
¡Crea algo diferente!
Atrévete a compartir tus impresiones, rehúye de los trucos de otros o coméntalos desde tu perspectiva, cambia el tono, sé cercano, sé libre.
No intentes crear una imagen corporativa, déjate espacio. Escoge un logo minimal, con tu nombre y uno secundario con tus iniciales para utilizarlo en diferentes contextos.
En segundo lugar, define tu mensaje, tu objetivo y conviértelo en tu manifiesto. Evita llenar una home de párrafos para clarificar tu mensaje, optimiza y dale rienda suelta al contenido en el blog.
Si te gusta el diseño esto es ineludible, las fotos caseras normalmente dan una imagen muy improvisada, a menudo poco armoniosa, sobre todo cuando no se cuenta con el equipo adecuado. En sectores donde necesitamos dar una imagen es, en mi opinión, una de las primeras inversiones que debemos hacer.
Es fundamental ser consciente de esto, en el momento en que creamos una página debemos darle vida, y esto significa crear regularmente contenido, ampliarlo, enriquecerlo, mejorarlo. Y, sobre todo, darle una regularidad a nuestro blog o apartado de noticias. Esta será nuestra forma más natural de posicionarnos por encima de nuestros competidores (siguiendo los puntos anteriores).
¿Empezamos?
Emprender no es un camino fácil, por eso muchas veces al empezar tenemos que reservar algo de presupuesto y tirar un poco de recursos gratuitos ¿Suena fatal a que sí? Que me lo digan a mí, que nunca he sido una gran admiradora de los “freebies”. Pero la verdad es que si algo he aprendido en todo este tiempo es que, cómo en todo, es una cuestión de saber elegir.
Incluso podría deciros que hay ciertos recursos gratis que son años luz mejores que algunos otros por los que muchos, a días de hoy, siguen pagando una cantidad bastante indecente.
Unsplash es un ejemplo muy claro de lo que citaba anteriormente. Una plataforma donde profesionales y no tan profesionales, incluso tu mismo/a, puedes exponer tus fotos de forma gratuita para darte a conocer. A día de hoy se ha convertido en una plataforma de excelencia dónde no sólo puedes hacer uso de las imágenes sino que, además, hay tantísimo talento en ella, que sirve de inspiración a miles de artistas y comunicadores en todo el mundo.
La única condición es citar al autor, una forma magnífica de apoyarnos (hasta puedes conocer a profesionales) y aumentar tu interacción en redes así que no está nada mal.
Hay muchísimas páginas de mockups gratuitos, pero Unblast es una de las que, podría decirse, tienen más variedad y nivel. No todos son gratuitos, pero sí una gran mayoría. De esta forma podremos encontrar un mockup puntual que se adapte a nuestro proyecto y hacer una presentación óptima en nuestro portfolio y de cara al cliente.
Bueno, y también podemos descargar gratis todo tipo de plantillas, vectores, imágenes, etc.
De sobra conocéreis Creative Market, pues no solo vende plantillas, fuentes, vectores, etc. También escoge semanalmente una pequeña selección de ellas para uso y disfrute gratuito de los que habitamos su página y su newsletter. Vale la pena echarle un vistazo un ratito a la semana.
Primero de todo, Flodesk no es gratuito, hay que pagar una mensualidad pero sí tenemos un mes gratuito como en tantos otros sitios. Yo me lo pensaría porque es la plataforma más estética y usable (con diferencia) para hacer newsletters y landing pages. Podemos reservarlo para alguna campaña puntual si el bolsillo no nos permite más.
Es un lujo que tengamos todas las posibilidades que ofrece Google Fonts, de verdad, yo me puedo pasar horas investigando tipografías y descargando. Además puedo decir sin miedo que muchas de ellas son más bonitas y funcionales que otras con precios bastante altos.
Por cierto, también podemos citar al creador de la fuente en esta ocasión y así seguir apoyando a los creadores. Haciendo esto fomentamos que todo esto siga siendo libre y algún día también (por qué no) aparezca nuestro nombre en alguna plataforma.
Si has llegado hasta aquí es porque seguramente eres diseñador o estás buscando uno, por esta razón el concepto Moodboard o Brandboard ha aparecido entre tus búsquedas. Y bueno, aunque seguramente ya hayas visto algunos y te hagas una idea de lo que pretenden, vamos a analizar en profundidad este concepto tan etéreo.
Este término ha llegado a nuestro idioma de forma íntegra, es decir: en inglés. Pero se podría traducir algo así como “muro de inspiración” aunque no es tan habitual leerlo traducido.
Un moodboard es una herramienta para definir el estilo, carácter, paleta de colores y mensaje de un proyecto visual. En otras palabras, podríamos definirlo como un collage.
En él practicaremos un estilo libre donde utilizaremos imágenes de todo tipo que nos ayudarán a definir muchas líneas de estilo para el producto final.
Cuando hablamos de un “Brandboard” hablamos de exactamente el mismo concepto pero aplicado a la creación de una marca o branding. Hay que tener en cuenta que los que nos dedicamos al diseño digital no tenemos la patente sobre este término, es también un recurso muy útil y sencillo para interioristas así como diseñadores de toda índole.
Un moodboard es una herramienta perfecta para poder transmitir una idea tangible a un diseñador. Por desgracia la telepatía no es viable (aunque muchos la quisiéramos) por eso a la hora de encaminar un proyecto hacia una estética concreta, este recurso es de lo más útil.
Justo antes de empezar a crear una identidad será cuando tenga lugar la creación de nuestro moodboard.
En mi caso, justo después de la primera reunión y, una vez rellenado el cuestionario de marca, es uno de los primeros elementos que se construyen, mucho antes de la propuesta final para el cliente (es parte de los deberes, digamos).
Podremos utilizar fotos, dibujos, ilustraciones de cualquier tipo o naturaleza, e incluso se puede aprovechar para definir la tipografías que tendrán un papel tanto en nuestra identidad de marca como página.
Como ya podrás imaginar las herramientas y formas son infinitas. Podremos hacerlo digital o físico, aunque lo más normalizado a días de hoy es hacerlo de forma digital. Aunque si bien es cierto que se pierden ciertas dimensiones como las texturas, etc.
Aunque para alguien con nociones de diseño es muy fácil hacerlo con Photoshop o Illustrator, algunas de estas plataformas más sencillas (como Pinterest o Canva) son perfectas para desarrollar la inspiración y personalidad de nuestra marca.
Posteriormente se realizará un pequeño montaje para que converjan las cualidades estéticas de nuestras imágenes, con frases, distintas transparencias incluso. La idea es que hagamos un juego único en el que se pueda respirar la historia que tendrá nuestro futuro proyecto.